MARÍA, GUÍA
“María, llévame Tú
de la mano hasta Jesús”.
(Madre Mª Elvira de la
Santa Cruz)
Para hacer oración, ya
lo dice Jesús, no hay que ser muy elocuentes o dar largos discursos, no hay que
usar muchas palabras. La sencillez encandila el Corazón de Dios.
La
Madre María Elvira era un alma muy sencilla y llana a la que no
le gustaban las maneras rebuscadas o artificiales.
Podemos constatar por
sus escritos que su trato con la Virgen Santísima fue muy tierno, como el de
una niña pequeña con su madre. La Santísima Virgen era su todo y de
Ella quiso depender para todo, como Jesús cuando era niño.
El fin más alto
al que cualquier persona puede aspirar es la unión con la Trinidad
Santísima, lo cual sólo es posible a través de la amistad y de
la adhesión a Nuestro Señor Jesucristo. El camino más rápido y seguro
para alcanzar esta adhesión es la Virgen Santísima, su primera discípula,
seguidora e imitadora. La Virgen es el camino para ir hasta su Hijo.
Hagamos de esta
sencilla oración una jaculatoria que repitiéndola frecuentemente alcance de la
Virgen la gracia de la cercanía con Jesús: "María, llévame Tú de la mano
hasta Jesús"
LA VIRGEN MARÍA, CONCEBIDA INMACULADA
Primer sábado en reparación al Corazón Inmaculado de María
ofrecido por las blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
1.-
La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“María dijo al ángel: ¿de qué modo se hará
esto, pues no conozco varón? Respondió el ángel y le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
que nacerá santo será llamado Hijo de Dios”.
Dios no quiso como Madre de su Hijo a una mujer cualquiera, porque Este
no podía asumir una naturaleza manchada por el pecado por eso Dios hizo a María
Inmaculada desde el primer instante de su vida, desde el momento de su concepción.
El ángel dice a María que Ella era llena de gracia: ¡Dios te salve
llena de gracia, el Señor es contigo! Si María no fuese Inmaculada y toda ella
Santa, el Ángel no podría haberle dicho que era llena de gracia, porque ella
tendría la mancha del pecado. (Hna. Lucia del Corazón Inmaculado)
2.-La
Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
"A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: «...la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803)". (CIC 491)
"Ella ha sido la que, la primera y de una manera única, se benefició de la victoria sobre el pecado alcanzada por Cristo: fue preservada de toda mancha de pecado original y, durante toda su vida terrena, por una gracia especial de Dios, no cometió ninguna clase de pecado". (CIC 411)
3.-El
nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
"Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios". (CIC 490)
Las gracias que Dios dio a la Virgen Santísima fueron dadas para poder cumplir con su misión de Madre de Dios y por eso era necesario que Ella fuese concebida sin pecado original. Ella es “llena de gracia” porque se ha dado toda al que viene a habitar en Ella y al que Ella entregará al mundo.
4.-La
purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo" (LG 56). Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida". (CIC 493)
5.-
El niño Jesús perdido y hallado en el templo
"Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido [...] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. Él la ha "elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor" (cf. Ef 1, 4)". (CIC 492)
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