- Dígame, Rey Mago,
quién lo trajo aquí.
- De mi torre pina,
estrella que vi.
- Y a ti, pastorcillo,
¿quién te lo anunciaba?
- Por mis soledades,
Un Ángel pasaba...
Escribas cerraron
puertas y ventanas.
Huyen mercaderes
de visiones vanas.
Para calar pronto
si viene el Señor,
cuídate ser Mago
si no eres Pastor.
Eugenio d'Ors (1882-1954)